Fosco,
fosco el rumor bronceado de tus
labios con
su aroma erótico marino,
mariposa
disparada hacia el espejismo
suspira
sobre el espectro de las nubes,
tanto y más
amor en tus caricias como
cuando el
viento despeina los bucles de la luna.
Las
dalias van tarareando sus deseos en la
oscuridad
y se ordenan sobre un manivela
cartesiana.
De los
goces estelares, el beso de la primavera,
la llama
japonesa campaneando en la espuma
del
delirio.
¿Por dónde
se refleja lo desnudo del mar?
Alba de
pasarela, carrusel ensimismado
sobre los
minutos, hace tiempo quería
fallecer
la noche, hace tiempo nació tu
pragmática
celosía,
¿Dime si
disfrutas cuándo por la noche
brota el trastornado
poema?
Fosco,
fosco universos de ensueños,
dulce amor
dubitativo que se renueva
con las
fuerzas de mil arcoíris letras
escalando
el elixir de mi corazón acongojado.
Ivette Mendoza