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lunes, 20 de enero de 2020

Distancias consumidas que el mundo destraba


Distancias consumidas que el mundo destraba a sabiendas
Un grito diluido sobre la sed insatisfecha encontró cielo
con destello del trino
Por sus contornos claros, cuando más fríos están, vibran
los pulpos con sus brazos de cristal
La roca girando por la quebrada para aplastar el hada
inmóvil
Soy el ojo que ve como espías y la mitad de lo que espías
ya no está conmigo
Relojes que no miden ni dicen el tiempo  porque solo hay
luz en los espacios apasionados de las horas
El amor está aquí para derrocharse solo tallado por la suerte
Ríos de tristeza desembocan en los espejos de mis mares
Rescate de amor en metal fundido nos funde en vida y muerte
¡Oh mundo que me acoge sin darme ni preguntarme nada!
Has sembrado en mi cuerpo, una bella flor hasta que mi
alma sea libre; rezo entonces durante las noches para purificarme
Ivette Mendoza


Imperio amortajado, ofrenda extraviada


Imperio amortajado, ofrenda extraviada
mi dolor estalla, inventando lo que busca
en el lecho esperado.
Transformo oxígeno, transcribo viento y me
devuelve una aurora ficticia
Palidece la palidez que empalidece toda cosa
cuando es forzada a decir algo,
despego eternamente de mi misma
doy una señal verde en la roca sobrenatural
de la primavera
que me sigue por doquier
por la puerta falsa
por un sol entero
por un dolor enroscado
para posar en tu letargo
para penetrar en el alma del crepúsculo
Ivette Mendoza


domingo, 19 de enero de 2020

Metafísica desleal, triste figura


Metafísica desleal, triste figura
Mirada oblicua, corazón distante,
Alma traidora, contrato amargo
Sagrada saliva, tajo consagrado
Comas ciegas, lágrima impresa
Fútil sonrisa, calcáreo refugio
Blancuras incurables, vidas perdidas
Míseras piedras, voces silenciadas
Células muertas, creación fantástica
Inmensidad indivisa, punto exacto
Monte frutecido, violín germinador
Codiciosa catarata, pasión herida
Pálidos jazmines, carcajada fresa
Ojos heridos, inevitable destino
Cueva alguna, selva alucinada
Conciencia desleal, triste figura
Ivette Mendoza


Carpe noten, Alicia


Carpe noten, Alicia
Joven aterido, brisa
Historiador herido
Sexo abierto, muerto
Extenso y confuso
Líneas del tiempo
Seducción de viento
Avestruz sin apuro
Niebla del verdugo
Incesante razón             
Venus gravita
Delgada y bonita
Mono velludo
Peludo corazón
Mujer de yeso
¿Dime que es eso?
Dolor de parto
Contigo comparto
Grito iracundo
Besa Facundo
La congoja bendita
¿Quién te sujeta?
Cara de cometa
La rana en bicicleta
Tu mama te daba
Con una chancleta
Viva y sana lloraba
Su rebeldía integral
Carpen noten, leal
Ivette Mendoza




viernes, 17 de enero de 2020

No entender la página sigilosa


No entender la página sigilosa
que nos inunda aun como
si el tema fuera de eso nada más
aquel trino de los pájaros
que estremeció el mar de algo
lo entendió así                                              
el verbo fragmentado
dejando al mundo en su perspectiva
de la improbable evolución
el cielo con su inicio y su tiempo
la vacuidad con su conclusión
la levedad del pico suplicante
el capítulo que se cierra
¡Libera al trino!
Quizá se entienda
ganar vida contra muerte.
Ivette Mendoza


jueves, 16 de enero de 2020

Al tiempo alucinado de pasión


Al tiempo alucinado de pasión
La sevicia, agua madre del suplicio
La joya astral frecuentando la gloria
El fuego escucha atentamente su albur
Sulfurada danza en el borde ledo
en la hora hacedora y cambiante;
hacer planes con nimbo del futuro
y mirar brotar la sangre de la noche;
en un rincón tu contra la lumbre del sol
sombreas la autenticidad de ilusiones
y todo lo demás,
imágenes, objetos y sueños apasionados;
que aspiran al imaginarse palpitantes
en el universo de la nada.
Ivette Mendoza


Un puñado de diéresis nos separan


Un puñado de diéresis nos separan,
una muchedumbre de paréntesis,
solo el blanco y negro su polaridad,
indómitas longitudes aleatorias.
Lo cierto del dolor innecesario
lo errado que espera responder
el haber nacido superficial.
Tormento del mal actuar
de tal manera que lo esperado
encierra el amor entre sus nudos
de metal.
Ivette Mendoza


miércoles, 15 de enero de 2020

La posibilidad del sueño refractario


La posibilidad del sueño refractario
Sueño que arranca enigmas oscuros
Sintiendo el peso de los pesares
Dejando los corazones sin albores
Sentir la frialdad del mármol como un
Latigazo dentro del alma para combatir
La interrogante de una lluvia asesina
Seguimos el camino del insecto proscrito
Lo que llevase consigo lo cambiase por
Una piel de animal condenado en el
Jugo de sus dudas
Ivette Mendoza


martes, 14 de enero de 2020

La memoria del sollozo radioactivo

La memoria del sollozo radioactivo
El peso atómico del beso dentro del alma
Una caricia extraviada en un tubo de neón
La palabra en su plenitud ya olvidada, enflaquecida
Este laberinto te conduce a otro laberinto espacial
La distancia de una letra a otra es el fuego en expansión
Nada nos conjuga más que el cero y el uno en su numen
El borde pasional de la aurora boreal, que en el cielo
se convirtió en una aglomeración de insectos
He decidido permanecer en el orgasmo del verso crepuscular
Un fragmento de idea escapando de un agujero negro
Mi presencia surge de un rio de electrones
Lo que huyó de mi fue el verbo en su ocaso contextual
Romper papeles es mi gesto relativo
Agregada en carga positive y demencial
almaceno tu lágrima mutable y tu corazón nuclearizado
Ivette Mendoza

lunes, 13 de enero de 2020

Fuego de un trazo albur


Fuego de un trazo albur
pulpa culpable hipnotizada          
seto que arrastra sus trenzas doradas
trecho soberano e infeliz
cicuta deleitante
en la que nos hunde en la emoción                           
vaso frágil manifiesto
intermezzo que niega la pregunta
en mi espalda
El moho domina la repuesta
hora en que el mundo en fuego se reconcilia
aquí estancada en el pantano blanco
que jala con los tentáculos de medusa
a pesar de mi olvido
no hay lugar
que muestre la salida
ni camino donde pueda yo correr
Ivette Mendoza


Un céfiro perdido entrelineas


Un céfiro perdido entrelineas cree enloquecer rabia
contra niebla, enojo contraluz
la flauta de la penumbra transparente sobre
pozos de escamas de pescados en el perfil de ver
atentamente y comprender su onceavo mes;       
entre listones blancos, música y disparos,
el último suspiro de los muertos.                            
Y sin embargo en dónde la gloria del poniente,
es el anhelo ciego, entonces esquiva cielos con espinas;
cuando topa contra las piedras la verdad, el hierro amargo
da paso a la embriaguez de pechos deshilachados
Ante todo litoral que se torna elegía,
niega la oscuridad en un chubasco de pensamientos.
Ivette Mendoza


domingo, 12 de enero de 2020

Vendrá sin la goma malgastada cruzará la ventana


Vendrá sin la goma malgastada cruzará la ventana
sin la lengua que decía un basta pero escaldada
entretelas de materia verbal para niños cuervos
que se colgaron de la sábana sabihonda
ayudados por el cuerpo hipotálamo del fortín desierto
en la armadura de la arruga chilla un calcetín,
entre mezcolanza y vértebras traga su pastilla el verbo
liberada de sí misma, aprovisionada de todo.
Siento en el corazón el cianuro que pasa
discordia de panes duros, llegó a su reconciliación
Llevo ceguera de chocolate y golpes de cerezas
y mi amor me apretaba mis manos
ante la presencia de cosas viejas
y muchas caras de tristeza que provocaba
el rapar cabezas que caían a los charcos
complicadísimas fiebres que desalman la médula
del pelo pero nunca acrobacia e invento
Lágrima y hemorragia de los libros
dan saludo hacia el espejo y ve pasar el mundo
a través del ojo de un pomelo
su brazo que estiró e interrumpió su vida
juraba deshacer la luna de una manotada
robarse el tiempo hasta dejarlo en cero
para tener una excusa de volver
Valga la aclaración ante la presencia de los muebles
A mí ya no me queda nada más
No es la superficie la que importa
Es el fondo lo que vale vivir y surge del nunca jamás.
Ivette Mendoza


Pato patito de luz


Pato patito de luz
Miro tus alas de oro
Miro tu toque revelador
Te miro en las aguas del recreo
Te miro desde mi pantano abrumador
Remo opresor, remo obtuso de fuerza
Muere poeta en desamor
Amé y nunca me amaron
Reí y me rechazaron
Canté y me callaron
Sigo con lo que fui
Escuché,
Pero eran falsas canciones
Pato patito de luz
Tú que reconoces mi sed
Solo la pluma y tu despertar
Me sostiene.
Ivette Mendoza


sábado, 11 de enero de 2020

Hambre inerte, mujeres de roble


Hambre inerte, mujeres de roble
aguacero metálico en senderos jabonosos
aldaba de Do, de aguas visuales
emociones en la rutina. Orquesta sin batuta
en la noche a Diógenes.
Envolventes vainas.  Coraza asequible
plástico viviente,
cabizbaja la mente
recobra una metáfora de orgasmo silencioso
Como en amaneceres del Siena:
calistenias niqueladas me combaten.
Por un error de cálculos el soporte espiritual
es la hechizada costumbre del soñar
Mi brújula nos demora en su ademan frenético.
Feliz de haberte visto en los púlpitos de cedros.
Ivette Mendoza


Día del corazón enamorado


Día del corazón enamorado. Helada
Lluvia. Oh, cielos míos tan hermosos:
Celeste entre suspiros, poderosos
Cielo entornado. Estrella desvelada.
              
Palmera y brisa. Hoja deshojada
Ya en tu alborada beso, ansioso
De ocaso, de amor terco fatigoso
Corazón mío, ternura consumada.

Es la nueva canción de vida sola,
Huida de placeres huida quieta;
Felicidad infinita que veo a ras de ola.

La blanca espuma del recuerdo ido.
¡El cielo, el mar! el universo, el cometa  
Se expanden con amor hacia el olvido.
Ivette Mendoza


viernes, 10 de enero de 2020

Ensueño hecho hombre por fortuna


¡Ensueño hecho hombre por fortuna!
Un hombre elegante de helénico perfil,
Que diviso frente a una estrella inoportuna,
Dando besos en las noches de Abril.

Fuego, hay fuego en la pupila de sus ojos
La fuerza de su cuerpo es proeza
Y como aroma masculino gentileza
Me besa a su gusto y a su antojo.

Deleito sus halagos embriagadores,
Tocando suavemente su rubia cabellera
Admirando sus suspiros magnetizadores.

¡Suerte, suerte! Hoy pedirte algo quisiera,
Robar sus labios rojos cautivadores
Y ser su fresca rosa mañanera.
Ivette Mendoza
2014


Amarga insistencia del sufrir


Amarga insistencia del sufrir
Eterna niebla del dolor
Salto de la conciencia abrupta
Mustia y rencorosa flor
Corazón sufriente en soledad
Con su zumo contagio al beso, olor
No siente la suave brisa de la tranquilidad
Nadie lo mira nadie lo conoce nadie lo saluda
En un golpe de inmisericordia pierde lealtad
Siente frio mucho frio, alma desnuda,
Las flores eran dunas, la luna de yeso
Espíritu boicoteado de libertad  
Se corrompió atreves de la edad
Llevó el desencanto y el desamor
Llevó la voz que nunca fortaleció
Ivette Mendoza




En medio de mi próvida coquetería,


En medio de mi próvida coquetería,
sus oriflamas de sedas afanosas
a la noche despojó y una gritería
de astros, despertó las mariposas.

Huían las crisálidas caprichosas
de la niebla albur, y en astral recreo
parecían dominar las islas gloriosas
hasta el cercano abismo de Teseo.

Con un ímpetu de último lloriqueo
caíamos en el recodo de medusa
y en las nebulosas, se tornaba ilusa.

En su invicta venganza se arrepentía,
Hefesto con su buen dote de feo
una lanza en el pecho nos hundía.
Ivette Mendoza
2014


jueves, 9 de enero de 2020

Ungida por el faro de las buenas nuevas


Ungida por el faro de las buenas nuevas.
Mi rito divinizo ya celebra, su sonrisa y
los tres peniques en un cuerpo duchado,
que perdurando en el instante enristra.
Yo labro con palabras una estela lunar
que en el mar de las delicias me acompaña
Perseo y la Venus terrenal
pues ellos al igual que muchos vienen de lo virtual .
Ya cierta vez lo dije entre líneas y en lo casual:
de nada me arrepiento lo digo y lo repito
mi vida ha sido hecha sólo para la alegría
mi corazón dibujado en besos y en olas
no alberga ni rencores ni tristeza:
es solo sacar un filtro de aventuras que va
de oler a vida quemada a salir a carcajadas.
Ivette Mendoza



Bésame abrázame corazón te pido


Bésame abrázame corazón te pido.
Electrizante lluvia, dinamiza tus labios.
Sueño blando, agua clara, la tersa arena,
bajo la piel felpuda, tú sombra radiante.
Bésame, como el simple gesto del durazno,
¡Oh! Piel bronceada, que en ti bulle la caricia.
Tómame amor, como el verano y su calor,
como el cielo con sus brazos extendidos.
Dichoso jardín intenso e impenetrable, vitalizado
que en su decir y su delicia, el viento se detiene.
¡Oh! Fibras hipnagógicas de tus ojos
al transcurrir la noche te hacen soñar, te seducen.
Ivette Mendoza
2016


Nimbo de lumbre


Nimbo de lumbre
cereza leal que a la tierra
regresas flama
y por el contorno de la luz
tornas la obscuridad en alborada.
Te busco en el suspiro;
nieve intocada,
afirmación de brisa,
sobre tus labios.
Ivette Mendoza
2016


miércoles, 8 de enero de 2020

Un fuego en tu adrenalínica mirada


Un fuego en tu adrenalínica mirada
Inspira analítico sentimiento
Y analiza tu sombra
Que llora sin lágrimas,
Y navega contra la corriente
Como el salmón
Con sus orlas inmortales.
Un psicológico y catártico acto
Centella tu destino         
Y se siente en un segundo
Un enfático mundo
Donde reincide 
El aplaudir de tus manos
Aprobando
¡Qué estupendo es ser diferente!
Y el único refugio
Es la pluma
Que imagina.
Ivette Mendoza
2014