Al tiempo alucinado de pasión
La sevicia, agua madre del suplicio
La joya astral frecuentando la gloria
El fuego escucha atentamente su
albur
Sulfurada danza en el borde ledo
en la hora hacedora y cambiante;
hacer planes con nimbo del futuro
y mirar brotar la sangre de la noche;
en un rincón tu contra la lumbre del
sol
sombreas la autenticidad de ilusiones
y todo lo demás,
imágenes, objetos y sueños
apasionados;
que aspiran al imaginarse palpitantes
en el universo de la nada.
Ivette Mendoza