Luna
dorada, tierra bronceada
Mañana
pura, piel frescura.
Beldad
cierta, vida despierta
Fragor, sabor, dolor y amor.
Tierra
de alma abierta
Canta de
una forma secreta
Al aire
que respira y admira
Y vive y
sobrevive viviendo
Y canta
y sigue cantando.
Ivette Mendoza