En este encuentro
somos desbordamiento o gemidos
y entre poemas que se imprimen,
la noche apretuja.
El camino crispa el sueño plateado,
la querella y el gesto se enarbolan en
una sola palabra.
El eco deshoja,
los ciclos se calman,
plegarias y luces lentas se funden,
en calabozos el niquelado letargo.
En este plenilunio
somos estrella o la gota de agua ignota.
Enorme marea arrastra cuerpo inerte,
entre el empalagoso recuerdo, el ojo
enroscado.
Prende el siempre y divulga,
divulgación fecunda dentro del naufragio.
Átomos ante tu trébol postergado
cascabeles en mil decibeles,
el mural inquieto informando,
tibia, tibia la orilla renace.
En este plenilunio,
nuestra tierra exacta.
Ivette Mendoza