Oh alma y luz de
mística inocencia
enérgica en tu inmensidad infinita
sin embargo ataviada de misterios
más allá de lo ideal y de todo lo mundano.
Oh alma y luz de
enérgica en tu inmensidad infinita
sin embargo ataviada de misterios
más allá de lo ideal y de todo lo mundano.
Oh alma y luz de
mística inocencia
hiciste del cuerpo
la morada nuestra y de la luna
hiciste del cuerpo
la morada nuestra y de la luna
y las estrellas,
al poeta.
al poeta.
Ivette Mendoza