La mente de la noche, recuerda con
certeza
Cascadas de fresas que se derramaban
aun cuando lloraban
Sobre el manto rosado de mariposas atolondradas
Aullaban los olivos en los breves
horizontes
Música tocaban cayendo en corazones
ajustados
En el mar del sentimiento y volaban cientos
De alondras en el cielo de
capricornio
Cima y pulimiento de amores
unicornios
Sombra de la hierba en relámpagos azur vela
El verde florecido hacia al blanco
amanecer
Para confundirme con la luz
Contigo al anochecer el recuerdo se
vuelve a
Enloquecer, mil esperanzas como símbolo
Tricolor que con sus manos elaboran
el
Cuerpo del amor resaltando la
consciencia
Para consumir el fuego de
mi fugaz existir
Ivette Mendoza