En la inmortal promesa del amor
Los días se deshacen en primaveras roídas
Sacudidos por arpegios
Reviviendo las ideas
Mitad amor, mitad dolor
Bajo el llameante néctar de mi
esencia
Todo vuelve y se restituye
Como el inicio que se abre el corazón
Cruzándose a la vida en un rayo de
luz
Las noches vuelven en sus primaveras y
Nuestros labios se buscaron
En su crítica andariega,
Las pasiones y las ilusiones
Sobre los piélagos dormidos del alba
Se aferran satisfechos
Ivette Mendoza