¡Abre las puertas!, simiente
incontenida
A cada instante el fruto muestra
Deshacerme y derramarme sobre
El mar de la era luz y la hierba
azul
Que incendió sus pupilas en su
Vasta
elocuencia
¡Abre las puertas amor mío!
Tú que conoces la palabra exacta
Algo nos queda en la firme fe
Desterrar el mal desencasillado
Ya que soy infeliz con la suerte en
vano
¡Abre las puertas!, con la luz de
amor
¡El cielo desciende, dime! desciende
Con su plenitud de la manzana
prohibida
Donde fuimos dos almas con sonrisa
torcida
Quítate las máscaras con actitud de
Estrella aunque tengas ganas de
abrir
Tu sueño terrenal en cuya nada
Se fabrican las penas emplumadas,
El magnético reloj que nos impulsa a
Recordar el lado más humano de la
vida
¡Abre las puertas!, ganzúa áspera e
instintiva
Colócame en un punto en la mente
Imaginaria, abre la cerradura y
Disfracémonos del tiempo.