Una golondrina picoteaba mi recelo
Y ronronea fecunda en la vanidad
Mostrándome su espíritu de fuego
Lo mismo es por dentro que por fuera
Como caminata de penumbra agonizante
Como en un rojo atardecer escalofriante
¡Mírame con recelo! Sigamos hacia
adelante
Un fruto de tu amor se hizo mi
nombre
En un caso de sensacionalidad y
pasado
Donde queda mi alma en un surco
amado
Hay rumores en fases de confianzas
Con sensualidad de ángeles
impostores
Pliega mi horizonte en la acústica
medida
A sus ojos fagocitos, su lengua en
pedacitos
A la rústica prohibición de vestirme
ensangrentada
Esperando ser llevada por el viento
de la equidad
Llovida y vencida con mi sensación de
árbol
Me quedo circulando por las venas de
tu mente
Si no me transforma tu mágica mirada
Pregúntale al sueño que ha perdido
la ruta de sus pasos
Pero nunca el arcoíris en mi regazo
Ni el poema cercano a mi juventud
La purificación de la luz en la intuición
Que promete estar en la diestra del
dios felicidad
A veces descolorido por los años
Ivette Mendoza