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viernes, 1 de marzo de 2024

El abracadabra, esa invocación mágica

 

El abracadabra, esa invocación mágica, es un vergel
meticulosamente tallado de ilusiones ya oxidadas,
un magneto rumboso que atrae hacia sus prefijos carcomidos
una tempestad eterna y burbujeante,
donde ni siquiera florece tu risa mordiente,
ni tu interpretación sombría de la vida bruna que juntos tocamos.
Yo veo el abracadabra como la manía interoceánica
más allá de tu futuro grafitado,
ese malgastado recuerdo donde se refuerzan
la esencia de nuestros seres,
tus festivas y alegres mandolinas tocando la melodía de la melancolía.
Yo, rumiando sobre la inversión, aclamaba la virtud de lo infinito
como si fuera una insípida comparsa en la vastedad del cosmos,
pero su estilismo, cargado de un germen de flacura,
ahora lentifica mis preceptos ovillados en una maraña de dudas,
una ulcerada sátira de metal que satiriza el astro encanecido
sobre una toga azul y desgarrada como la carne viva.
La vida, yo la veo como otro universo desmitificado,
donde la locomoción de índigos fulgores no logra alabar ni sostenerse,
sino que se derrumban, tiritando en su gélida envoltura de soledad.
 
The abracadabra, that magical invocation
 
 
The abracadabra, that magical invocation, is
a meticulously carved orchard of already rusted illusions,
a rumbling magnet that attracts to its decayed prefixes
an eternal and bubbling storm,
where not even your biting laughter flourishes,
nor your somber interpretation of the brown life that we touch together.
I see the abracadabra as the interoceanic mania
beyond your graffitied future,
that wasted memory where the essence of our beings is reinforced,
your festive and cheerful mandolins playing the melody of melancholy.
I, pondering on the inversion, praised the virtue of the infinite
as if it were a tasteless comparsa in the vastness of the cosmos,
but its styling, laden with a germ of thinness,
now slows down my coiled precepts in a tangle of doubts,
an ulcerated satire of metal that satirizes the graying star
over a blue and torn toga-like living flesh.
Life, I see it as another demystified universe,
where the locomotion of indigo glows fails to praise or sustain itself,
but collapses, shivering in its icy envelope of solitude.
Ivette Mendoza Fajardo