El abracadabra, esa invocación mágica
El abracadabra, esa invocación mágica, es
un vergel
meticulosamente tallado de ilusiones ya
oxidadas,
un magneto rumboso que atrae hacia sus
prefijos carcomidos
una tempestad eterna y burbujeante,
donde ni siquiera florece tu risa
mordiente,
ni tu interpretación sombría de la vida
bruna que juntos tocamos.
Yo veo el abracadabra como la manía
interoceánica
más allá de tu futuro grafitado,
ese malgastado recuerdo donde se refuerzan
la esencia de nuestros seres,
tus festivas y alegres mandolinas tocando
la melodía de la melancolía.
Yo, rumiando sobre la inversión, aclamaba
la virtud de lo infinito
como si fuera una insípida comparsa en la
vastedad del cosmos,
pero su estilismo, cargado de un germen de
flacura,
ahora lentifica mis preceptos ovillados en
una maraña de dudas,
una ulcerada sátira de metal que satiriza
el astro encanecido
sobre una toga azul y desgarrada como la
carne viva.
La vida, yo la veo como otro universo
desmitificado,
donde la locomoción de índigos fulgores no
logra alabar ni sostenerse,
sino que se derrumban, tiritando en su
gélida envoltura de soledad.
The abracadabra, that magical invocation
The abracadabra, that
magical invocation, is
a meticulously carved
orchard of already rusted illusions,
a rumbling magnet that
attracts to its decayed prefixes
an eternal and
bubbling storm,
where not even your
biting laughter flourishes,
nor your somber
interpretation of the brown life that we touch together.
I see the abracadabra
as the interoceanic mania
beyond your graffitied
future,
that wasted memory
where the essence of our beings is reinforced,
your festive and
cheerful mandolins playing the melody of melancholy.
I, pondering on the
inversion, praised the virtue of the infinite
as if it were a
tasteless comparsa in the vastness of the cosmos,
but its styling, laden
with a germ of thinness,
now slows down my
coiled precepts in a tangle of doubts,
an ulcerated satire of
metal that satirizes the graying star
over a blue and torn toga-like
living flesh.
Life, I see it as
another demystified universe,
where the locomotion
of indigo glows fails to praise or sustain itself,
but collapses,
shivering in its icy envelope of solitude.
Ivette Mendoza Fajardo