Los dedos en el aire
cinco leguas de distancia
no poder tocar lo exacto
ni la tolvanera pretensión
el séquito fúnebre del carmín
color puesto de la nada
en el juego pekaboo,
en el juego pekaboo,
abrir y cerrar los ojos
dentro de una larga lentitud
dentro de una larga lentitud
del no escuchado grito
y la revolución de manos
y trascendental y kármica,
las almas sonrientes
las almas sonrientes
vacío contra nada
dedos contra dedos
manos contra manos
al único salto refulgente
al único salto refulgente
fogata, juego de la botella
donde nos dejaron a solas.
donde nos dejaron a solas.
Ivette Mendoza