Era una noche de pavorosa celosía,
miedo de sables y tormentas.
Hondo espino yacía el mundo equidistante.
Cansado diamante de adélfico núcleo,
seducía el camino con dolorosos pasos.
Inequívoca tartamudez de perdurar sintáctico atraso
hasta hacer comestible tu palabra descortés.
Ivette Mendoza