Es un cenzontle posando en nuestros
corazones
con cantos de cuna escuchados por
doquier.
Es un sonsonete dulcificando los oídos
cual melodía certera en las mansiones del
alma.
Tu música acompañada de metáforas
en el libre laberinto de la noche.
Es el amor que nos persigue por
las  calles
de una ciudad tan grande y tan fría.
Es la estatua que describe la autóctona  historia
cual símbolo rememorado por el mundo.
Es lo soñado situado en  nuestras vidas.
Las palabras figurativas que llegaron
para juntarnos.
Ivette Mendoza
