Nada
de Nada hacia la Nada
Afirmo
afirmando lo afirmado
Siento
que algo en mí va a detonar
Indago
la causa que me asume
Soy
el resplandor dormido,
más oscuro que el oscuro, pero
más oscuro que el oscuro, pero
puro.
Hay
placeres y dolores que
alumbran
los contornos de mi vida
No
existe el tiempo sino el insistente
parpadear
de unos ojos enamorados
¡Oh
extingue, ocaso, tu irresoluta llama!
Mis
suaves labios debajo de la hiedra
con
espíritu libre y satisfecho
Puedo
llenar mi instante de azahar
aroma
y sonreír
Me
aparece un Big Ben que me apresura
y
desgarra el tiempo a la misma vez
Apártate
tristeza, levántate alegría
Ahora
busco amor, ¡alégrate en mi alma!
Piérdete
y explora el origen del silencio.
Ivette Mendoza