Dolor y dolor daba
algo que en el corazón golpeaba
en un velero
a orillas de un mar hechicero
por la aurora de enero,
y tanto que yo sufrí
que agua de mar bebí.
que agua de mar bebí.
Dolor y dolor me daba
la llaga contra la llaga
la daga sobre la saga
al mediodía de febrero
todo se fue de mí
y dolor y dolor no daba
y dolor y dolor no daba
la tarde al mal sufrir
cuando la mar secó
no sé qué carajo creí.
no sé qué carajo creí.
Ivette Mendoza