Queriéndote
como el invierno
congela los labios.
Cortando la raíz
a lo más pequeño de tus veleros.
Anegándote de espinas
de un desangrado clavel.
Estoy contenida de islas
tu pecho más sensible.
Invocando en tus delirios
la consolación de los deseos.
A como también:
congela los labios.
Cortando la raíz
a lo más pequeño de tus veleros.
Anegándote de espinas
de un desangrado clavel.
Estoy contenida de islas
tu pecho más sensible.
Invocando en tus delirios
la consolación de los deseos.
A como también:
El amor es: prometido y caprichoso.
Ivette Mendoza