No atravesamos la luna patoja sobre el quintal del tiempo
No atravesamos la luna patoja
sobre el quintal del tiempo
No pronunciamos ya cuernos
entre orgasmos de ojos atávicos
No habitamos diurnos en la
pesadumbre criminal
No anhelamos pergaminos
sicarios en la taquilla del averno
No copula el látigo mortuorio
con el recorrido de las calles
No comulga el gusano
ceniciento en su apartado postal
No solloza la tribulación del
sueño con su clavo tullido y mellado
No contratan puntería los
liceos del dolor y sus miradas millonarias
No debaten transeúntes del
suspiro vibrando en pestaña enhollinada
No orea vestido zurcido con
cebollas trasquilado al cielo
No existiría optimismo
vegetal sobre tu sombra de sufrimiento
No despierta estrella
antihigiénica en un portentoso llanto mineral
No dialoga ruido atronador en
sus oscuras mañas de borrascas mudas
No hela el garfio del amor
enroscado en su sinfonía pétrea
No esboza la vida desolada de
cadenas ante el muro musgoso del ocaso
No, y dime tú quién disuelve esta lágrima de mármol en una gota de dicha…
Ivette Mendoza Fajardo