En el algoritmo y por su bisectriz se enuncia errante
En el algoritmo y por su
bisectriz se enuncia errante,
como en centésima contenida de
cónicas metáforas,
cotangentes espirituales,
mágicas cuadráticas.
Las cuerdas puntuales y la
variable desilusionada, son
valores fríos que pellizcan
sobre las imágenes factoriales.
La derivada despejada hacia
el límite del esternón...
Dibujo la desviada silueta tras
el fuego, desde delirios
extraterrestres dando señales
acuosas a la cacerola inquieta,
cautelosamente; la veo, la
palpo, la acaricio.
Son bólidos siderales,
etéreos ciempiés y vericuetos,
con sus postulados futuristas
y circuitos próximos,
purgando los paladares más
perceptivos.
Por el código legal de las
galaxias, la
integral de la ausencia simétrica
y curvatura extrapolar,
son las diagonales de mis ilusiones, como dinámicas vectoriales.
Amontonadas las desviaciones
de un ángulo violento
y los universos concertados
en posibles decenas angustiosas,
a esa geometría que gestiona las
diferencias irreconciliables …
entre las milicias esquivas,
y la razón de los naranjos,
entre cardos, espinas y
perfumes,
entre… las revelaciones de su
sombra y sabor pacificado.
En parábolas se abre nuestro
mundo, como
oxímoron curveado herido y
cotidiano,
anáfora de reflexión y formas
prematuras,
mirada paralela en error
absoluto…
Ivette Mendoza Fajardo