El astro
rosado mudaba en sueños en
El cielo despierto
de un tiempo de seda y
Cabalgaba
por la dulce cordillera:
De vidas
sorpresas
De purezas
floridas
De tierras a
colores
De ríos de
frutas
De líquida
luz
De
sustancia insostenible
De hechos
helechos
De insectos arcoíris
De caracoles
iluminarios,
Se abría de
día y de noche
A perseguir
las almas
En penas y las
transformaba
En perlas criaturas.
Ivette Mendoza
2014