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domingo, 10 de julio de 2016

Queja que configura




Queja que configura el mundo
a su contemplado delirio irreal;
para la mujer que entra hablando
en el corazón del hombre dundo.

Viene y viene el espanta cuentos
electrocutando al recostarse liso
sobre la tierra que ronda triste
hasta el estanque donde se hace erizo.

Tu voz, el timbre de las cinco letras,
es la suave luz rebuscada por mi nube,
hoy está alegre y solo canta para mí
con la ayuda de las mil trompetas.

Bajo radiante bruma, de saladas algas
un perdido bote intrépido encalla
y va alegre a explorar la playa Vaya
seducido por la llama seductora hidalga.
Ivette Mendoza


Fabricando mundos



Fabricando mundos con palabras
cuando el sol sale observando
el oro negro moverse alrededor,
mientras yo descanso en su corredor.

Constanza consta en las páginas
del agua acicalada, vaga, vaga
como carromato muerte de la hierba
con su hambre negra que la indaga.

Reparas la oquedad del destino, vino
y la carne de la hormiga araña maña,
pero mutiladas quedan, cercenadas
por la indecente noche del portal andino.   

Mundos de energúmenas banderas
se aterrorizan en la lanza que lanza
la tormenta de los pechos castigados
con las uñas de los pies panteras.
Ivette Mendoza
 

El pelicano peligroso



El pelicano peligroso pela pieles.
Dobladillo doblado y terminado.
Dogo dogmático y dolarizado con
especialidad en maldad, malta.
Los ojos mustios sueñan musarañas.
Molestoso y molido está el molinero,
era jardinero, era, era panadero.
Qué molesta esta espina en el zapato,
bato, bato el chocolate mate.
Penicilina penosa sin penetrar en los
poros. Loros buscan sus estacas en
lugar que los aclimate y los hidrate.
Lluvia de tristeza y Consuelo Melo
salen enrolladas en su propio pelo.
Recuerdo que arde y se consume
en su consomé en desacuerdo.
Las hormigas son amigas de las migas,
y no hay Dios que las bendiga amarillas.
Mi entusiasmo con espasmos se cura
de un solo cuajo con agasajos.
Te enfocas y te desenfocas cuando
miras a las focas en las rocas.
Entreabiertos los ojos del muerto
tuerto, el frio lo enciende y su alma
se desprende.
Soy la reina de la selva Malva en el
desconsuelo, el alba.
La amenaza de un astro casto que
detecta la NASA dentro de un canasto.
La audacia del engaño huraño, su crueldad
su falacia en la democracia, serio, serio
pero ebrio.
Ivette Mendoza