La nostalgia era

La nostalgia era la diosa del miedo de cabello despampanante

y piernas de interrogación. Esquelética me persigue,

al lugar diez centavos mal gastados, coloidal nostalgia,

vientre en zigzag, juego de carambolas ¡Dejad y venid!

Alienación de la carcajada contra la palabra y su dentadura.

Anoréxica  y disléxica, léxico de los miedos, ¡Dejad y vivid!

Ping pong de los remolinos, gongo en la página penúltima.

Pongo doble sobre sencillo, pongo la molécula extinta.

Nostalgia, nostalgia, sube por el elevador a roer mis huesos,

sube y baja, baja y sube tu predicción y tu locura.

Tengo miedo de reír, tengo miedo de llorar, tengo miedo del miedo

a veces relamía, a veces se abría. Abre la frontera, déjalo pasar.

Es que no puede entrar, es que cuando entra se queda ilegal.

Ivette Mendoza

 

Mira al cielo

Mira al cielo, mira con los ojos míos,

trata de mirar las alas más suaves de nuestro afán,

miro al florido dios de la soledad,

¡No diré adiós definitivamente, no diré!

En hermanos cielos el manantial de vida

mira con los ojos míos, mira al ruiseñor.

Inténtalo con tu mirada que la emoción perdura.

Canta, sueña, tiembla y vive de mirar,

el cielo emite su suspiro, mis ojos la pasión.

Te miro y me miras con ojos solidarios.

Todas las almas se unen en una sola mirada,

con un solo pie, con una misma boca, con un

solo nombre, con un mismo aliento.

Te miro y me miras, nuestros rostros son de fuego,

miramos al mar, miramos a las estrellas,

miramos al mundo hasta su cima encrespada.

Mirar y mirar y perdurar oscuro tan solo

mirar y estar seguro.

Ivette Mendoza