Sensibles voces, suave aroma, remota
sonrisa.
Un suspiro que escapa y una
caricia
que apenas se enciende.
Remembranzas que se van como
la espuma
del mar mezclada con
incertidumbre
y descontento.
El momento con cierto dejo de
tristeza,
mi corazón de gacela, todavía sigue
palpitando.
Tus ojos, tu susurro, tu
aliento,
el fuego amoroso que perdura.
Ivette Mendoza