Animación en busca de la venturanza

Animación en busca de la venturanza
un recuento de dichas y luz efímera,
volátil opinión con lengua transparente
prueba a la vez ofrendas y fascinación.
El pasado es cuestión de un soplo divino
de esperanza, ciencia y firme lucidez
en blanco sin razón y en negro vanidad.
¡Qué brusco el mundo embriagando la fe!
Y exhausto el pensador emancipado
que, acumulando tantas dádivas solemnes
sueña entre sufrimiento y mansedumbre.
Para decir verdad, en el instante del
mañana la vida y su única realidad, mil
máscaras pasan a ser un rostro verdadero.

Ivette Mendoza

 

Tu sentimiento blanco

Tu sentimiento blanco todo lo dice.
Cóncava luz de espuma y tropiezos.
Albor arboleda en su horizonte bien pulido.
Peces en ojos confundidos como mis penas.

El rio desbordado de mi corazón repica
despierto como una marea enloquecida,
como un marea que palpita, vibra y siente
la huella de tus pasos sobre el páramo.

Y así navegando mar adentro, mar y cielo,
luna y sol arriba, encuentro sin abismo,
luna, sol en cada uno de los recuerdos;

¡Oh alma tuya, alma mía no pienses tanto!,
¡La aurora más cercana es el largo invierno!
Fútil ilusión de olvidar lo imposible.

Ivette Mendoza

 

Rizos dorados

Rizos dorados, dorados de sol

¡Qué azul el cielo, que azul el mar!

en un cielo abierto de suave rocío,

corazón humano aprende acariciar.

Ventanas del sol, quietud permanente,

ojos rasgados por una centella

¡Que más belleza para un alma pura!

Rizos dorados, dorados de sol

se los llevaba el mar en una ola oscura.

Ivette Mendoza