Noche de ronda,
Recuerdos
que giran
Certezas que
aclaman
Con
esfuerzos vedados,
Soñando en
el río.
Se divorcia
el cielo
De las
estrellas
En el
vaticinio del tiempo
Inasible y
contra la voz
Del espíritu
santo.
Me aturde la
soledad
Que
encuentra, casi
Se olvida de
mí.
El torpe
estigma de la distancia
Limitada,
Las mismas
mieses de otoño,
Que en
Diciembre empiezan a doblegar
Cansadas de
la emulación.
Tanta
conmoción y nunca el
Caudal de la
noche constelada fue mía.
Ivette
Mendoza
2014