Una sombra más ocupa su palabra astrosa
Una sombra más ocupa su palabra astrosa
como la rueda que se
estrella con sus alas de aserrín/Por
recrear el péndulo sin brillo
alicaído en mis labios conservo su
fuego abrazador/el celo en su
virtuosa majadería vibró esa endecha
del retrato cuadrúpedo del
engranaje colorado/La alucinación de
una indigente mascarilla
ciega desgarrando la polea quemada
de la osamenta/Ante el ruido feroz
de la escalera ascender a la
modernidad trémula del deseo laptop, pasaporte
chequean /así un brindis en el
recuerdo de tertulia y amor conserva
una vetusta retórica/que el olor a
lágrima seca está conmigo orlada
de tono ambarino silente alquimia de
hechicero/los pares atados de oídos,
pies y maleta ya no pueden atraparme
en sus alcores y cerrojos/Están pariendo
a su retoño el hazmerreír con
paladares-colmillos-lenguas un gesto de rebelión
sistemática/Que ya parece despistado con atardecer postizo y el enojo
fisiológico de la mirada unilateral/que
el romance de Rimbaud como
un barrunto se dejó dormir, arrulló
en su agonía/un yermo en la
memoria como una lanza empañada junto
a una altitud de fantasmas
que aúllan ensordecedores/ y al
cerrado muslo de la mente por el jadeante
clarín pueril la noche de la guerra galáctica
nos calcina/sin alumbrar la recámara
el filo de la sombra es un regodeo atornillado a la angustia/En el polo norte del
desierto, la hocicuda palabra vibrando
en su trigonometría corporal/
El tuétano de los ojos es la atávica resonancia lo nocturno que carcome
la menstruación de las flores de Orestes/Como el
eco de un grito entre las sábanas
que hoy la vida te reprocha tu camino
con lloros embadurnando la ruta
de las sonámbulas caricias/ elevó mi
conjuro la millarada tarde/
Ivette Mendoza Fajardo