En
la dual armonía
aglutinando
universos infinitos,
la
NASA mide tu razón y la mía
y
resucita en su horizonte de sucesos.
Mientras
nuestros cuerpos
se
aproximan a su punto de origen,
estrellas
y galaxias,
van
girando hacia nuestra presencia.
El
verbo hecho ya antes,
somos
y no nos encontramos aquí,
te
amo, más no soy yo quien te ama
existo
solo en tu idea
siendo
así uña y carne
gravita
el amor
con
el beso más puro
y
deshojamos
la
rosa de luz
con
nuestras manos.
Ivette Mendoza