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sábado, 30 de enero de 2016

Hombre que huyes

Hombre que huyes hacia la penumbra
Del corazón necesitado, frívolo y abollado
Desde su nudo ciego, gusto en el soñar
No lo recibe, ni lo escribe, amargo suspirar.

Piedad, piedad para ti que solo un camino
Quiso buscar, tú con tu rápido andar que
Me inspira olvidar, es improductivo tu desvarío.
Tus labios mienten, lo dicen tus ojos, tus
Sienes, tu frente, nunca hubo nada presente,
Tangible, elocuente.

Un intento de amor es vacío, porque
Se sufre contigo aunque regales las flores,
Aunque bajes los cielos, para nada suman
A tus dulzores que son diluvio de derroches
Fantoches.

Entramos al verso final y he decido no hablar,
Toca un mal a mi suerte y ya no quiere afilar
Para no aborrecerte.
Ivette Mendoza

viernes, 29 de enero de 2016

Somnolientos estaban los ojos

Somnolientos estaban los ojos de la luna
Que de la nada giraban ensimismados
Y la lluvia retenía su subliminal divagar
Como la del sueño del bosque encantado.

Cinético está el vergel de estrellas
Con la sombra constelada arraigada
Y una rama esperanzadora agita y detiene
Al viento que lo llevaba al pasado complicado.

Dentro del minutero se esconde el sol
Lanzando sus artificiosas flechas
Sobre el celeste vapor del sueño donde
Chispas de otoño cosecha.

Inmortaliza su nombre que llora e implora
Junto a un cántaro de agua con bocas
Y cada una de ellas es la
Vibración astral de una diamantina roca.
 Ivette Mendoza

jueves, 28 de enero de 2016

Cuándo la noche serena

Cuando la noche serena anda con pies andaluz
Cuando un cadavérico surco arrulla la llama
Cedemos a la natura abstracta que hablamos
Y todo lo nuestro termina sobre esta cama.

Se adormece la clandestina flor, se adormece
Dentro del agua infatigable donde hoy estamos
Y platicando con el viento que la noche nos mece,
Jamás de este milagroso ambiente nos vamos.

Es verdad, es verdad es demasiado temprano
¿Preguntarse por qué ocurre esto... Porque?
Solo un estruendo nocturno nos da sus manos.

Y cuando lo triste asoma como broma pesada
Entonces nosotros revivimos un tiempo pasado
Y todo brota y refleja como si nos hemos odiado
Ivette Mendoza