Manuscritos íconoxidado de las falanges de luz
Manuscritos íconoxidado de las falanges de
luz
emulsionan la promulgación del alba,
más milagrosos que los mantos religiosos del
alma.
El empoderamiento inmutable llamea sobre el
encabezado
sepulcral.
Es de mí, de ti, vida y de las muchas
muertes, el mirlo llorado
en momento de desdoblar sacra penuria.
Las noches son el afanoso motor como el
hilo cortado a engrasar
estigmas. ¡Ah, simetría del recuerdo! ¿No
ajusta acaso a la lejanía
de un infiel destino?
Siglos en las horas impares son agobios de
un momento de metal
pronto a suceder discreto.
El mundo es un mucílago de probabilidades
vistas solo en el ahora.
El mundo en sentir arrebata el oblicuo
oasis de una angustia por fenecer.
Mi mundo es un palpito eyaculatorio del
sosiego, unos recuerdos
inclinados a un Big Bang de lenguas y
alfabetos,
la reformable plegaria que une la
clarividencia de las madrugadas.
El tiempo, cruel verdugo, se yergue en mi
contra, los días ofuscan paulatinamente.
Sombra de tu silencio sacrofeliz, avanza lo
indultado de desgraciada malicia.
Somos necesarios bastiones, promulgando la
felicidad de los estigmas.
Soy un manojo de letras, buscando
ansiosamente su marcada tinta en el destino,
pasando con brevedad, como quien viene de
prisa en el eterno permanente.
Icon-rusted
manuscripts of the phalanges of light
Icon-rusted
manuscripts of the phalanges of light
emulsify the
proclamation of dawn,
more miraculous than
the religious cloaks of the soul.
The immutable
empowerment blazes over the sepulchral headline.
It is of me, of you,
life, and of the many deaths, the mourned blackbird
at the moment of
unfolding sacred penury.
Nights are the eager
engine like the thread cut to grease
stigmas. Ah, symmetry
of memory! Does it not adjust to the distance
of an unfaithful
destiny?
Centuries in the odd
hours are burdens of a metal moment
soon to occur
discreetly.
The world is a
mucilage of probabilities seen only in the now.
The world in feeling
snatches the oblique oasis of anguish to perish.
My world is an
ejaculatory throb of tranquility, memories
tilted towards a Big
Bang of tongues and alphabets,
the reformable prayer
that unites the clairvoyance of dawns.
Time, cruel
executioner, rises against me, the days gradually obscure.
Shadow of your
sacro-happy silence advances the pardoned from unfortunate malice.
We are necessary
bastions, promulgating the happiness of stigmas.
I am a bundle of
letters, anxiously seeking its marked ink in destiny,
passing briefly, like
one who comes in haste in the eternal permanent.
Ivette Mendoza Fajardo