Como un silencio estupefacto de ambiciones
Como un silencio estupefacto de ambiciones,
sostenido por una horca hormonal
abaritonada
de fonación y de luz de tercetos jorobados,
como un esqueleto asertivo
vigilante de luna pisciforme,
tras la tuerca fúnebre descorazonada de
angustia,
partidamente llena de cautelosos senderos
madorosos,
el despertador despierto y zafio,
de fichas ultrajosas en la madrugada fija
del pasado.
Como un resoplar perpetuo apetitoso así
llega a la noche,
como de igualdad y tiempo divertido pasan
los ríos descorteses,
la sublevación harta de degollar
amenidades,
agrietada a lo largo el circonio dócil
muestra,
fisonomías sangrientas de primitividad
solar,
el navegador en resplandor musita,
por el tiempo de protoplasma proveedora
sin tropología torácica inconstante.
Pues el mercurio es lo neutro horquillado,
todo el cubismo recíproco dadivoso
del ventarrón a los cuatro vientos
temerarios,
regresan diestros como arácnidos furibundos
lazando lagunas picajosas de horas
derruidas.
Insolubles saxofones de tiempo llorones y
secretos,
agujeros rasposos irreflexivos
en el rechinar elíptico oxigenado.
Serotonina traumatizada resplandor,
para expresar que aún vivo quebrado
pleural,
manifestando tornadizo cada centímetro de
alma,
al impacto de tu tacto pentavalentemente oh
morfología.
¿Podrá tu cuerpo, pieza de mi destino,
cambiar el curso de mi sufrir?
As a stunned silence
of ambitions
As a stunned silence
of ambitions,
supported by a
baritone hormonal gallows
of phonation and light
of hunchbacked triplets,
like an assertive
skeleton
watching over a
fish-shaped moon,
behind the
disheartened funereal nut of anguish,
partially filled with
cautious maddening paths,
the awake and crude
alarm clock,
of outrageous tokens
in the fixed dawn of the past.
Like a perpetual
appetizing snort if it reaches the night,
as equality and fun
time pass the rude rivers,
the uprising tired of
slaughtering amenities,
cracked along the
docile zirconium shows,
bloody physiognomies
of solar primitivity,
the navigator in glow
mutters,
through the time of the
provider protoplasm
without inconsistent
thoracic tropology.
For mercury is the
neutral forked,
all the reciprocal
generous cubism
of the tempest to the
four daring winds,
return skillfully like
furious arachnids
casting prickly
lagoons of crumbled hours.
Insoluble saxophones
of time, weepy and secretive,
rough thoughtless
holes
in the oxygenated
elliptical grinding.
Traumatized serotonin
glow,
to express that I
still live, broken pleural,
manifesting whirlwind
each centimeter of soul,
at the impact of your
pentavalently oh morphology touch.
Can your body, a piece
of my fate,
change the course of
my suffering?
Ivette Mendoza Fajardo