El latido interno de la materia
En la plataforma pétrea del abismo
late la médula embrionaria
como el hálito hinchado de la savia
que en la arcilla
sin fervor
fluctúa
dibujando sus raíces sobre el río
Más hondo percibo la urgencia
que quiebra
la terca quietud del vacío
La materia severa se disuelve
en tránsitos
y borrascas errantes
se pliega al aliento que fermenta
su propia silueta esencial
su estudiosa ceguera de lo externo
Sigue vibrando el quiebre
en la senda glacial de su garganta
Un abrigo respira aislado
chisporrotea de gozo entre la tela
florecida
y en la garra más profunda
una brasa invisible
se reconoce
Ivette Mendoza Fajardo