Neón aletargado
Trenzas de desilusiones me embisten,
entrelazan aguas densas sobre el tapete del
sol
del camino que cargo con poros de luna.
Pedal giratorio se alza desde el semáforo
del mundo,
vuelca el neón dormido de mi carne
en su jaqueca incolora.
Golosina que ahoga buches
en la giba que se arquea en mi sentir.
Glóbulo que derrumba la calma,
alza en lo alto un botín oscuro
que me ronda, mordiendo el vivir.
Cráneo apocado que hiere con su choque
pausado
cuando el querer pide reposo y no lo
concedes;
destornillador ciego que raspa el hueso
codicioso,
exprime sal como la pena
de habitar sin candelabro.
Ah, los desniveles desconfiados
que encogen la vida.
Ivette Mendoza Fajardo