Vertientes Secretas
Me oculto en tus vertientes, robando
silencios,
y la fantasía de tu letargo me araña la
lengua.
Cada promesa tuya perfora mi destino,
rompiendo laberintos donde se extravían
las imágenes sonoras del deseo.
Te miro:
vibras en mí sin conquista del tiempo,
el relámpago de tus dedos truena en mi
nombre antes de decirlo.
Una furia tuya golpea mi pecho,
yo guardo el rumor, me retuerzo en la
espera de tu risa sardónica.
Eres chispa atravesando muros y tormenta,
una calle que se abre con mis pupilas sin
límites,
un loco compás que dibuja caminos
invisibles entre nosotros,
y, aun así, me ofreces un canto matinal
como si fuera una fresca mañana nacida para
mí.
Ivette Mendoza Fajardo