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miércoles, 8 de marzo de 2017

Rostro pintado

Rostro pintado en duna del desierto 
Cielos pintados en hombre de arcilla 
El nuevo amanecer nos corta las venas
Venas cortadas de amor orgásmico
Fuego orgásmico, gritos de amor  
Iluminación de camino fecundado
Corazón encerado en labios pintados
Nace el reflejo de la voluntad sin voluntad 
Nace el reflejo de la voluntad sin reflejo
Voluntad voluntariosa de la hormiga
Soy tu amiga dame un abrazo 
Cinco balazos despertaron al alba 
Cinco balas de salva ahora nos salvan 
Aceleración de la vista durante el sexo
Me la paso contenta dentro del contenedor
Dientes filosos del otoño oprobioso
Felicidad en sus quince minutos de fama
Angustiada hiedra sutil en abril 
La ebriedad del cactus nos embriaga
Caminante errante en el llano de la cruz 
Rostro del ángel 
Venas orgásmicas 
Labios sin voluntad 
Grito del camino
Hormiga de otoño 
Abrazo oprobioso
Hormiga voluntariosa 
El hombre arcilla
En duna del desierto
Ivette Mendoza


lunes, 6 de marzo de 2017

Retornarán los siglos

Retornarán los siglos,
escudriñarán vidas y papiros
y  todavía
el mal tendrá
el sabor de la casta manzana
de Eva y Adán,
hasta la cumbre del paraíso
hasta el golpe pectoral, la diadema,
la esmeralda evangelizada en las esferas cósmicas
para los frutos y el éter de las voces celestiales.
Ivette Mendoza

domingo, 5 de marzo de 2017

Mis pasos lo seguían

Mis pasos lo seguían,
jamás debió darse cuenta
sobre todos los minutos esenciales.
Un bosque de ciruelos
crece en la niebla
para que sus huellas
se pierdan en el horizonte,
se desintegran en el encandilado
firmamento,
con sus garras intocables
su espada contra la alborada
claridad aparente, gesticular razón
de ventrículos ademanes.
Entre corazón y corazón,
labios, candil, pecho, pureza y aroma
y silba la letra y su parpadeo apaga la luz
en su versificada hora de escarlata.
Ivette Mendoza



jueves, 2 de marzo de 2017

Eco hiriente

Eco hiriente ante el sonambulismo de los tulipanes,
racimo de niebla nos ataca con el gesto de sus pestañas
sus labios de tul como llama nos guía sin destino alguno
los árboles escuchan el murmullo que saborea mis ansias
un día elástico que se amplía para continuar platicando
el marimbero toca la marimba con sus dedos filosos
prelado del puente, obispo influyente, mediodía de la mente
con los pies calzados aquí como una espina punza una idea
doctores de la ley amarga, bajo su vapor se alborotan los muertos
amplitud de la nada hormiguea mis sienes, sirena concientizada
el hombre de las nieves rezando en el ganglio del tigre
calistenia de las ramas, viento ocre, sagrado latir del mundo.
Ivette Mendoza

miércoles, 1 de marzo de 2017

Gárgolas de mullida basílica


Gárgolas de mullida basílica, cornúpeta de cuernos hipnóticos
infancia que echa raíces en un ónix recién labrado
oropéndolas con el ombligo pegado al ozono
entre los papagayos, el crepitar del yugo
de este lado por el escultismo promisorio
amordazado robusto robot se evapora
tsunami en la cuesta mitocondria, la voz rezonga
al estallido del misil recién lanzado,
en el periscopio se ve asimismo, percibe la emoción
en un tablero de sueños
naturalidad narcisista en su entorno, optima negación
imponente al anochecer, con pericia se contorsiona
en este instante cuando la luz es mordaz
tus labios son de oro
¡Oh pétalos del sol!
llegamos al muto entendimiento
cuando la ofrenda es para una musa.
Ivette Mendoza

lunes, 27 de febrero de 2017

Conquistar tréboles

Conquistar tréboles en la danza del espíritu.
Suavizar para apreciar la pupila del
ornamento hechizo
aprendizaje casi alcanzado
cuando sientes la adjetivación de la tierra
para expresar su triángulo oscuro.
Sujetar el rostro en su enojo
mientras la salamandra afrodisíaca
lo cautive prometiéndole tesoros.
Comprimir las venas en alta mar.
Oír hasta la profundidad del arroyo,
agua contra piedra,
traerá por un milenio el sonido de la arboleda
el eco entrecortado del ánima tótem
y la flecha que acecha resbalándose al huerto
yerto.
Ivette Mendoza

sábado, 25 de febrero de 2017

La madrugada deshacía

La madrugada deshacía
manos del llamado acaso,
tú eras la noche
en el centro de los cielos.
Y soy como soy,
intocado cenzontle
pausa flagelo
monólogo
rauda mitología espiritual.
Quinta sinfonía del relámpago,
desalentado.
Espejismo sobre espejismo.
Ivette Mendoza

jueves, 23 de febrero de 2017

Manto fugaz

Manto fugaz
la penumbra
remeda al ave
entre plumas minutos.
Y vuela emancipada
por la sutileza del viento.
Es papel y desembocadura
las pautas.
Corazón disperso
la penumbra.
Pálida y carcomida
la figura.
La chispa apenas abraza
sollozos.
Remedas y algo subsiste
el barco que arroja hojas.
Manuscrito de las lenguas
que giran uniformes
en nuestras sienes.
¡Oh máquina inventora!
intersecta bala trazadora
en el nebuloso campo
de batalla.
Crea oropeles en silencio
la vanidosa rosa
de mi vientre.
Y vuelve la penumbra
al mar.
La perla sol
del ave emancipada.
IvetteMendoza

martes, 21 de febrero de 2017

La furibunda marea

La furibunda marea añora tu presencia.
Entre tempestad y tristeza, entre
astucia y suplica, entre el himen y
el tesón de la ternura, su causa y efecto.
Observo bajo el árbol de la vida del alfa y del omega
el anémico elixir que reclama tu nombre.
Tu mirada como siempre asoma entre eternos silabeos
bajo el rastreo infinitesimal de cascadas ciegas
con la suave niebla de las mañanas.
Ivette Mendoza


lunes, 20 de febrero de 2017

Esencia de vida eterna la sombra amante

Esencia de vida eterna la sombra amante,
celebración de musgos ante la entrega,
hay rimas para palpitar en jade, en do mayor,
el dolor del alma tiembla y desaparece.
Sentimiento de alegría en compañía,
serafines de algodón hasta que el cielo aclare.
Hermosa tierra contenida en ensueños de manglares
al susurrar tiene la costumbre de ir cantando.
Fatigada la soberbia del durazno por donde
lo toma y lo retoma el destino, ¡no es justo mi Señor!
No es la voz que fulmina el ocaso, no es, no es
mi Señor. Añoro refugiarme en tus brazos.
Golondrina que circunda en el místico deseo,
alas que consumen la histeria del furor de Zeus
tratan de llegar a un año más de luz,
tratan de llegar a un acuerdo de la mente
tratan de llegar hasta La Fuente Ovejuna.
Ivette Mendoza


lunes, 13 de febrero de 2017

Dentro de la pasión la ya definición



Dentro de la pasión la ya definición.
A los eruditos el Partenón.
Y el astuto olvidado.
Es la mente el regalo lloviznado.
Permanecen Las Huellas de Acahualinca.
Es no viable reparar el dique transitorio.
El hombre abre las ventanas del tiempo.
Lo seduce el amor prohibido de la gente.
La sonrisa, permanente puente a lo desconocido.
Entrever en uno mismo y escuchar la voz celestial.
Ser y volver a la era del pensamiento.
Ser y volver con alas etéreas,
es recorrer de nuevo lo ya vivido.
Ivette Mendoza

Estaciones de alegría


Estaciones de alegría.
Espantapájaros titanes
en mares turbulentos
de lunas y aceitunas.
De frente,
el milagro cibernético
que la mano descubre
y encuentra
la infancia del mundo,
brillosa y sombría.
Ivette Mendoza