Dentro de la
luz que fulgura
Entre el
alfa y el omega
Se adorna
dorado el cielo
Con ángeles
relampagueantes.
Sus
fragancias al viento se esparcen,
Y bruñe al
alma en su dulzura,
Apertrechándola
de luceros diamantes
En la
duración de su corta estancia.
¿Quiénes
liberan los males humanos?
¿Quiénes
emanan de la fuente esencia?
Y aparecen y
desaparecen de la nada
En su
glorioso sueño nocturno
¿Acaso brotan
del soplo divino?
Ellos
levantan las sombras del mundo
Y dentro de
sus brazos de amor lo llena.
So mote it be
Ivette Mendoza
2014