De júbilo
maduro
Nace mi
nueva aurora
Brote de
semillas frescas,
En el
balbuceo de mi alma.
Andaba mi corazón
feroz
Mordisqueando
sus sombras y
Deslizándose
a tientas y a oscuras y
Sus ojos se
rendían a los pies del
Cansancio porque
Flechas
punzantes perforaron
Dentro de mi
pecho hasta
Sangrarle
sus follajes dormidos,
Voz de
tiniebla enrollado de inocencia
Y dolor.
Pero la
noche de la muerte,
De la
asfixia, mi vida sucumbió
Dentro de un
ensueño alumbrado
Del hielo
inerte, cantaba el silencio
Su luz
angelical y entre
Las aguas de
la rutilante nada,
Una estrella
universal.
La inocencia
feliz en su plena primavera.
La vida es:
luceros tiernos,
Invocaciones
y melodías,
Chispazos de
caleidoscopios,
El aire
tibio de un beso,
La onda
diametral de una caricia,
Un espacio
suspendido y pluvioso
De amor.
Existí,
existo y nunca he dejado
De existir.
So mote it
be
Ivette
Mendoza
2014