La hiedra menstruante busca lo transitorio
La hiedra menstruante busca lo transitorio.
El garboso pilar que sostiene
la sosegada marquesina del Olimpo.
El semblante del santuario abatido
donde el espíritu de sal conforta
las siluetas apostadoras de los minotauros.
La abollada roca de la clepsidra
que retiene en su mollera la copulación
del constipado tiempo gótico.
El hermetismo de la cumbre de mármol
de los tabiques poderosos
que enaltecerá la hierba
sobre el granizo mental.
El granito de la fe del tanque de agua
que divisa los huertos
y cuyas gotas habrán de envilecer
la niebla coja que relega
las romanzas y los galeotes
la orgía del lamento borrado por el légamo
la cicuta piadosa del amar
la franca goma perpendicular
bajo la sufrida justicia de los vientos.
Ivette Mendoza Fajardo