Garuas bárbaras de vida eterna
Garuas bárbaras de vida eterna,
en sus tonadas secas, mármoles tristes le rayan;
en un gorgoteo piojento, lo lúgubre embrutece.
La inutilidad anacrónica del hidrocarburo, los días
sentimentales de verdades desaliñadas se resumen,
y donde el panorama erudito ahoga, se agotan
dramáticas, acostumbradas por dentro de su aburrimiento,
mohosas, despobladas, domesticándose
-insospechablemente-,
sus tripas agrias ellas encadenan, azogadas de epopeyas sonrosadas.
Ivette Mendoza Fajardo