Poemas Abstractos, Poesías, Poeta Nicaraguense Ivette Mendoza Fajardo (Ivette Urroz), Nicaragua, Managua América Central, sacuanjoche, Poemas Contemporaneos, Poemas
lunes, 29 de agosto de 2022
La muerte inmortal desangra
La muerte inmortal desangra,
lunes, 22 de agosto de 2022
Aquí capa de ozono
Aquí capa de ozono desde las sensaciones
más feroces en el
inescrutable cosmos del
lamento, una locomoción
nocturna atraviesa
los campos surcados de
anómala materia que no
confiere razones y que
preludiando se afirmó.
En comunión de espanto la
gran voz de los muertos
hasta que todos secan
enclenques la fuente de dolor
y oírlos en la noche sin
asombro, algo allí desborda y crece,
desgarra el centro de sus
siluetas rotas ;en su sabor hallando
el gozo, lo innovador es la
manera como compones tu
imagen y comienza a carcomer
la realidad con tal delicadeza
entre cifras despiadadas
¡entiérrate en tu acento! Expela
monogramas como salido de
mi desaliento y tu miedo rebelde
aumenta en cada embestida donde
se han ido ahilando
en el pecho que nutría tus
anhelos y la inocencia de un pedazo
de nube y saber que en ella
vibra la copla de un torrente
cuando se abren sus dedos
mansamente; hay asfixia en los
follajes de la lluvia
¿erosionan mis nervios en rutina?
La cartomancia invalida mis
ideas, se ramifica en el frenesí
de la evidencia, hizo alarde
de la fe jurada, es que los juramentos
me muerden los talones, atada
a un círculo aturdido como
una monedita de oro !Oh luna
empobrecida! ¿No escuchaste?
¿Todo en soledad sin ficción
divinal te agota?
¿Dónde corre en el infinito
tu demencia?
¿Es la noche una sombra de una muralla en las
tinieblas?
Ivette Mendoza Fajardo
domingo, 21 de agosto de 2022
Aquieta la verdad
Aquieta la verdad no hay
palabra ni mandíbula
boom, boom de la noche
infernal ronda angustia
es un abordaje desapercibida franquicia demanda
por la noche se acuesta el
diente riente del día
acaricia hermanos y papalotes
mora en un silencio y
fue tan grande en la
oscuridad y amargo hasta el origen
muda quietud, temblor
melancolía no pudo vencer el tiempo
ruido, ruido cuenta la
historia de hoy se queda detenido
entre los objetos como
marcando un despeñadero
no reverenciado hinca tu
muela en peras peregrinas
grávidas en promoción de
esperas que te abominan
que ni de cerca las veías…
con profunda perplejidad
arrasa las orillas de la
vida, la vida arrasa por doquier
como del arrasamiento último
del buen final y los tentáculos
del labio humedecido en las
pisadas de la querencia
¡Al huérfano vocablo de mi
oreja! Temores del camino sobre
soledad de algas en corona de
pupilas y sabia brujería
de tendones estupendamente
amando sus cabellos de
medusa porque su cabello es
su lenguaje buscando
monstros de medianoche que no
le alcanzan los dedos
para nutrirlos de creencias
aletargadas con el sabor
farsante de los siglos para
no destruirnos mutuamente
son nombres que te llaman
glotona de carnes rojas
hambrienta de efluvios ¿Para
mis rudas cuestas?
Pelícanos de universos rojos
se antojan de fieles cobardías.
Ivette Mendoza Fajardo
martes, 16 de agosto de 2022
Un rencor a pecho abierto y fustigado
Un rencor a pecho abierto y
fustigado
remolca la piedad
desenfadada
que se traga a sí misma
en el desparpajo de la vida.
La sombra es la única
perseverancia donde
el vacío se arrebuja como un
intenso parasol.
Me destilo a impulsos me
rastreo a empujones
en acuario satisfecho como
brinco de cometa,
sin constreñir la injusticia
que lo engendra.
Lioso estorbo del desengaño
moviendo marionetas deformes,
mientras los cuerdas se
fusionan y engañan
protegiendo su profundidad
como ese ruido
de la intuición.
¿Dónde se disipa el rencor?
¿En secreto talismán
adormecido?
¿En senderos de pompas para
gemir libremente?
Las palabras tiemblan de
miedo
entre la justificación
desdentada del pasado,
y las gargantas torturadas
pretenden
destruir lo escabullido de la
sinrazón.
Cuando se equivoca el
torbellino mudo,
entre los compresivos desechos,
siempre taconea un alacrán.
Ivette Mendoza Fajardo
jueves, 11 de agosto de 2022
Algunas veces la rigidez de la exclamación se avienta
Algunas veces la rigidez de
la exclamación se avienta
en forma de boliche
estallando ¡Boom!
al pasado y al presente de
modo brusco; como
francos pesares que envuelven
de dogmas
la paz nereida de los mares
en la finitud
de sus ojos cíclopes.
Repetición de espectros en la
disonante
pretensión busca una llaga
gentil que cambie
el rumbo de las cosas; de
manera ajena
la seducción es una teoría
que marca lo incompleto
de la vida con palabras
enfriadas por la historia.
Otros destinos se enrollan al
cuello de los cuervos
como un fuego liberado que
asoma su cordura por
el tercer ojo de Poseidón.
Juegos juglares del cansancio
inmortalizan alas rotas
¡Ah sueños que besan el
calentamiento de la tierra!
Lingüística de linternas
fieras enchufan
contradicciones resistiendo
las embestidas del clima
en salivas de colmenas
emotivamente para cohibir
melenudo encuentro ¿Para
aterrorizar cambios
sorpresivos? Tabacos de la
impaciencia caerán
como palomas amenazantes
¡Caramba que dicha!
O caerán, caerán como la
guitarra moquillosa del
despecho ¡Yuuujuu!
Ivette Mendoza Fajardo
martes, 9 de agosto de 2022
Un olor desconsolado alancea los yelmos entre piedras
Un olor desconsolado alancea
los yelmos entre piedras
gladiadoras ilusionistas como esa mezcla
de futuro y de agonía que
penetra en el limbo y solo el
latido sigue caminando,
disimuladamente cansado y amonestado.
Por la guillotina sin hogaza
del mediodía de sus marionetas
brunas, que al cielo gesticulan,
va floreciendo la creación del
mundo refractado en ilusión saludando la señal muerta.
¿A qué sabe un sonido
desenroscado de la luz?
Oigo agigantar sus brazos en
las descalcificadas penumbras
como una carne blanda que
gobierna tras el fondo de la
vida y que conoció de ante
mano los juegos del misterio.
¡Ah parábola de rutina
cibernética cuánto has hecho por mí!
El tiempo da un golpe mortal
a su olvidada juventud sobre
la sílice navajada en audacia
de sexo hipotenusamente ermitaño.
¡Qué raro, dije yo! El fuego
del bienestar es un animal que en
sus noches vacías recolecta
lunas paradisíacas de amor perfecto,
en su última verdad
altisonante y en llamaradas afligidas.
Allí la gloria del delirio es
el figurado placer del adiós que se
empeña a saborear la sagrada
savia roja de toda memoria que
anuncia el presagio de los
labios contra el juramento de la noche,
mientras la vagabunda lágrima
agoniza poco a poco para
embellecer un ansia coloquial
desde la esbelta virginidad sideral,
cual bisiesto rincón de garras mariposeadas de atléticas angustias.
Ivette Mendoza Fajardo
domingo, 7 de agosto de 2022
Las ideas de un gorrión
Las ideas de un gorrión vedan
el fastidio de la misericordia
-locución de los ermitaños
se flagela al nido del
silencio
hasta estrujar en sílabas sus
harapos.
Esencias de apaciguada luz ultrajan la existencia absoluta
cuando entre elipsis de lípidos malhumorados resbalan
en ginecologías de tristeza
aunque tiemble sobre la sed del tiempo bilabial,
la nitidez de la blancura.
Ahorca el antojo de la calma por la viruela de la sombra
cuando llega ráfaga a
retorcer el fortín de los despojos.
Laceran los besos comprimidos
y una quietud insinuante
difunde aroma en banalidad de
terciopelo.
Ambiciona sonido sin tregua
donde un paso breve eructa remembranzas
en migajas de lunas y dulzura
de acordeones.
Un ansia de volar gruñe al barranco
y en el viento el eco se
impulsa cobardemente
hacia la vastedad del
infinito
y todo lo recompensa en sus
cavilaciones.
La espalda del alma olvida
cosas hacia lo transitorio,
al barullo de melancolías que
desdoran a los siglos.
Ivette Mendoza Fajardo
viernes, 5 de agosto de 2022
Tangenciales filamentos
Tangenciales filamentos
latiguean la inmundicia.
El pie mulle negaciones
entre lo negruzco dérmico de las mareas
y los uterinos escapularios.
La escenografía asoma en hipótesis
y enlosa el lucimiento del minutero.
La noventava blanca del sainete
parangona entre el mundanal
al infarto puro inexpresivo
de la perseverancia…
La calcificación estalactita
encorva la aldaba
junto al talón anegado
de ruegos, codicias y esperanzas.
La escalinata palpita:
electricidad porfiada
hidropatía y mortificación
que hace motivar el pestañeo.
El recoser tendinoso de molaridad,
desbroza tu puerilidad,
mis deseos,
mi esternón y mis uñas
lloran la titilante campanilla.
Ivette Mendoza Fajardo
miércoles, 3 de agosto de 2022
Es un globo descarriado
¿Es un globo descarriado
disgregando entre cuadraturas
de estómagos
o de castañeada decepción?
¿Es un decreto elíptico
peregrinando
pápulas sonoras satirizadas
por la luz?
¿Es una tragedia humillada
oxigenando su nebuloso sonido
entre hostilidades de
turbiedad insondable?
¿Es un empachado
consentimiento impulsándose
por las asechanzas de una
carabina caradura?
¿Es una campanilla lisiada que
parece cojear
entre callos taciturnos o
concurrencias calmosas?
¿Es una falangeta azotada a
iconografía en adoración
por un isótopo de exánimes
reflexiones?
¿Es una letra sin cascarón ni
sabor caritativo
para deleite de la soberanía
de furia
y narración de todo encanto?
¿Es un empellón sin aleteo
sin contraseña sin habla sin
aire
esfumándose hacia la última
esfera
que guillotina el infinito?
¿Qué podría ser aquel astro
condenado
a una soledad suicida?
Ivette Mendoza Fajardo
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