Escribir es matar la congoja del corazón
Cuando las espinas punzan muy hondo
Solo así se resiste sus fuertes estocadas.
Voy sobreviviendo en el mar de letras y
Puedo salvaguardarme de un brinco sobre el
Mareado oleaje, volviendo a las aguas tranquila.
El mar es una sinfonía de rimas y
Metáforas que entonan los pájaros por
Las mañanas y revolotean en mis entrañas.
Es preciso escribir, necesito crear
Las letras necesitan reír y hablar. Las ideas
Se hacen llover, el poema me ha de llamar.
Entonces siendo poeta vivo con el alma llena
Dentro de mi propia rebelión y no sufro de
Amargura porque cuando la sufro la pluma
Es mi mejor bastión.
Ivette Mendoza
2015