Inmemorable isla de coral
Que surge de los vientos redimidos por donde
Vuelan aves blancas llenas de espinas
Cargando el fuego de mis lamentos.
Y mientras más redimidos más tormento
Aunque el viento silbe de contento
Cuando se amalgama con tu alma
Su claridad derrama sufrimiento.
Llorar profundo, llorar silente
Entre medio de pinares y acacias,
Se extingue el tiempo, se aminora el paso
Y me avecino al punto de encontrarme
Sumergida en el océano de tu mente.
Ivette Mendoza
Ivette Mendoza