La gravitacional hendidura del alma
Es un espacio albo lleno de albas,
Con prontitud demanda lavanda memoria 
Para entonces clamar gratitud por finitud.
Un grito desmesurado se siente 
Frecuente en la mente de dolor a victoria.
Cantando cantata de hierba se crece
Cuando amanece y toca penumbra
Que alumbra sus mieses.
Mudas desnudas sudan las hojas que
Cuando no hay mañana sonrojan y
Luego deshojan.
Exhala su peso un beso y errante
Se hace cerezo desbordante con alas.
Es como un vientre bienaventurado
Que gravita y gira gimiente 
Mientras en su interior lleva 
El pico de un picaflor fulgurante de amor.
 La
gravitacional hendidura del alma
Es un espacio albo lleno de albas
 Que cae despacio y se 
Volatiza boreal hasta el final.
 Ivette Mendoza
