A contemplar
A contemplar
La entretenida fuente
De antediluvianos peces,
Navegan como escuadrones,
Con la necesidad de apiñarse,
Dentro de la botella de agua
De un atleta.
Yo debería de explicar esto,
He quedado sola
Y no deseo ver las cosas
En línea recta,
La casa es una nave electrónica
Motorizada y viene
Un dinosaurio a refugiarse en
ella
Y este ojo que lo mira,
No mira su cola exacta.
El fosilizado hueso en paracaídas
conjugó
Mis miedos, golpeó parejo, sentí
Dolor, cambio la fuente.
Los peces eran pequeños asmáticos
pero
Disipaban dudas, mientras
tanto
Las palomas observaban
La botella y se deleitaban, yo
adolorida
Hoy de palabras editaba este poema.
Ivette Mendoza