Elevador
desvencijado,
astilla de floresta trastornada
para que ir golpeando la hierba
de ese rincón repleto de celos,
manatís sigilosos
que nadan sin sonidos.
Sobre mi andaba la lotería
cubierta de esperanzas
y los números se perdían
debajo de mi almohada.
Casa de cristal
allí todo era maravilloso
yo creaba un mundo;
de realidad solo realidad,
y tú en esos sueños
astilla de floresta trastornada
para que ir golpeando la hierba
de ese rincón repleto de celos,
manatís sigilosos
que nadan sin sonidos.
Sobre mi andaba la lotería
cubierta de esperanzas
y los números se perdían
debajo de mi almohada.
Casa de cristal
allí todo era maravilloso
yo creaba un mundo;
de realidad solo realidad,
y tú en esos sueños
el
alma me pedias.
Acércate,
menos cerca de la niebla
entre
cuatro paredes te escucho
paraqué
quejarme
voy
enmohecida de billetes.
El caramanchel de la esquina,
El caramanchel de la esquina,
la
que juega la bolita mágica quizás.
IvetteMendoza