Barniz, burbuja, esmeralda,
caricia y metal
el amargo olor de un galán despierto.
Ni más ni menos el retrato
de un rostro sin forma
que nadie puede perseguir.
Barniz, burbuja y esmeralda
la roja corbata de seda:
Las blancas cortinas de la oficina
el ruido de los teclados
que saben solo a café.
Ya no reflejan amor las cuatro
paredes
tan solo papeles reciclados.
Barniz, burbuja, esmeralda,
para decir verdad
solo el momento para mantenernos
vivos.
Ivette Mendoza