La paja en el ojo,
la que crece
en el socavado eco
del sórdido túnel.
Quién propone la locura,
cubre con aguas la ternura
quién socaba el eco
piensa así de estrecho.
Inútil ojo del despecho
que va a ninguna parte
maldiciendo el sexo
enhebrando más la paja en el ojo
como enrollamiento de serpientes
mientras derrama
su universo lleno de veneno.
El dolor
El dolor
El miedo
El sonido
La vigilia
El letargo
El vértigo
te acechan en la órbita del ojo
y se convierten en tu sombra
como el mismo insomnio.
Ívette Mendoza