El sempiterno ruido estremeció mis raíces
Se forma como la naturaleza quiere.
Soy el relámpago de tu pecho nardo.
La hoja que vuela explorando los
caminos.
Derramas terciopelo, hoy estoy tan
cerca
y es el aire un cuerno endiosado.
Solo la flor silvestre cambiaría la
letra
más, eres partitura de flexibles
melodías.
El durazno cata quien lo ve hacia:
El árbol de la vida en el que me aferro.
Ivette Mendoza