Relámpago de dentellada huraña
Relámpago de dentellada
huraña,
requiebra travieso en el
hocico
universal, clavándose entre
la
catedral del pánico y la
ciega
retórica eterna contra lo
eterno.
La voz de una galaxia
gnomónica
era una elipse tartárica
inverosímil.
Soy el panfleto que recobra
el
cataclismo desengañado de la humanidad,
entre el pecado del clamor y
el ángulo
sintético de la masonería lunática
hasta hacer reaccionar los
enemigos
del aire idiomáticamente
panteísta.
Ensordece la apatía de un
cangrejo cósmico
dentro de una multitud de
espadas
enfurecidas, secretamente
enloqueciendo
el infierno de huracanes
rugiendo lagartos
amilanados, lagartos
amilanados, amilanados.
Cabezas de martillos
hepáticos acumulándose
contra la soberbia infinita,
desentrañan los
mares sinópticos con sus
manos barbudas,
se hunden arreando la
teología de hachas
en ahorcamientos geniales.
Ivette Mendoza Fajardo