Sustraje el sello orgásmico de la fecundidad
Sustraje el sello orgásmico
de la fecundidad
y ensoñó el clamor del mundo
Un milímetro de ostentación
y un maniquí sobresaltado,
equívoco de espadas hieráticas
y de brújulas ciegas
De sagacidad y de volantines
convertí
el achatado enigma en un
millón de bucles
Con los ojos a filo de navaja
y el chasquido de palanca
lastimera,
ascendí a la fogata sombría
/cual terciopelo de marfiles/
mientras, la humanidad
repiqueteaba
y vociferaba tu recuerdo
encasquetado.
Ivette Mendoza Fajardo