Ser resguardada por las olas del mar
Y navegar con la agilidad de los peces.
El rumor de las aguas me llega como
La fuerte armadura de blanco decoro.
No sé qué es más cristalino si el fondo
De mi alma o la palabra te amo que
Sale de tus labios.
Tampoco se ha calmado la tormenta
Y las gotas de lluvia se convierten
En naufragio de pájaros que cantan.
Navegué en la corriente de los sueños
Y soñaba que mi corazón era la fuente
Infinita de nuestro amor presagiado.
Y hemos vencido la tempestad que
Nos acecha a cualquier momento
Ivette Mendoza
2015